Cuenta la leyenda que alrededor del
Cementerio de Chacarita, también conocido como el
Cementerio del oeste, en Buenos Aires, todas las noches de jueves vaga el
apenado espíritu de un hombre ahorcado en una de las ramas más altas de un
árbol de la calle Jorge Newbery, a pocos metros del camposanto.
Fue en el siglo XIX cuando la Fiebre Amarilla azotó la capital y se creó con urgencia
el Cementerio de la Chacarita y el Tranvía Fúnebre. Entonces, como si de la romántica
historia de Romeo y Julieta se tratara, un joven se suicidó colgándose de
un árbol cerca del cementerio donde se encontraba su amada, víctima de la
epidemia. Ahora, muchos son los testigos que afirman haber visto con
claridad una figura cadavérica, semitransparente y en un avanzado estado
de putrefacción.
"Con la mirada perdida, sus ojos están abiertos" y "cuando lo vi pensé
en llamar a la policía para avisarles pero al girarme ya había
desaparecido", son algunos de los testimonios que hoy en día forman parte de esta
escalofriante historia.
La estación poseída
La red de metro más antigua de Argentina, la Línea A,
alberga tenebrosos seres fantasmagóricos. Abierta en diciembre de 1913,
fue el primer Subte de todo Iberoamérica hasta que una
noche de julio de 2011 un estudiante intentó volver a casa y se quedó solo
en el metro entre las estaciones Pasco y Alberti Fue
entonces cuando pudo observar, dice, a "aquellos seres fantasmales que no pudieron
descansar en paz". Cuenta la leyenda que durante su construcción, dos italianos perdieron la
vida al ser aplastados por una viga. La constructora tapó el accidente y
abandonó un pequeño tramo "por cuestiones operativas" sin dar más
explicaciones.
La Viuda
También conocida como la Viuda Negra, el alma en pena de
una mujer maltratada y engañada por el amor de su vida recorre, sin rumbo,
los caminos del monte en busca de venganza. El espectro, que se dedica a
atacar a las personas solitarias por las noches, se esconde en las vías de
las zonas rurales esperando a sus víctimas. Producto del odio eterno hacia
las figuras masculinas, antes de morir hizo un pacto con el demonio
para que su venganza perdurase a lo largo del tiempo, tratado que la transformó
en un horrible espectro con un vestido negro que cubre su rostro por completo.
Desde entonces, los jinetes y campesinos solitarios de la zona temen que,
al vagar solitarios por las noches, se topen con la fatídica viuda.
La Dama de Blanco
Los vecinos del Cementerio de la Recoleta todavía
recuerdan cuando un joven conoció de madrugada a una bellísima muchacha en
un bar de la zona. Comenzaron a hablar discretamente en la esquina de la
taberna hasta que, embriagados por la noche, se despidieron en una calle
cercana al cementerio después de que él le dejara su chaqueta al ver que
ella no paraba de tiritar. Al día siguiente, el chico, enamorado, preguntó
a un guardia de seguridad si conocía a una chica que vivía por los
alrededores y que vestía completamente de blanco. El encargado de
seguridad le llevó directamente al interior de la necrópolis donde le
mostró la tumba completamente blanca de una joven.
Era la hija del famoso escritor Enrique García Velloso, quien falleció
a la edad de 15 años fruto de una leucemia.
Lo más asombroso fue cuando el joven divisó su chaqueta colgada de la
valla que encerraba la tumba. Era la misma que le había dejado la noche
anterior a esa misteriosa muchacha que le había cautivado.